Mi vida es un desastre
“Mi vida es un desastre” es una de mis muletillas. Se me escapa naturalmente como introducción o conclusión de algun relato de mi vida. Por supuesto que taaan desastrosa no es, pero suelo hacer uso excesivo de las hipérboles para comunicar mejor (?) mis ideas.
Hace siete años que trabajo super-full-time desde casa, traduciendo. Me encanta. No lo cambiaría por (casi [insert Eternal Family here]) nada. Mi hermana ha usado adjetivos poco cariñosos para describir mi reclusión y “bunkerización”, como lo llamo muy a menudo. Obvio; es más top ser game-tester o QA analyst. Mi madre considera que es una bendición trabajar como trabajo, pero se la ha escuchado decir, hablando con mi hermana y refiriéndose a la que les escribe: “Lo que pasa es que tu hermana nunca tuvo un trabajo” (aparentemente no cuenta como trabajo cualquier tarea que realices desde tu casa, en pijama, con el mate al lado y que no requiera algún medio de transporte público o privado). Mi hermano siempre tiene buenos consejos sobre cómo desmonotonizar mi vida, relacionarme con gente y hacer vida de persona normal. Papá nunca me dice nada, así que yo decido asumir que está contento con mi modalidad de trabajo, que en realidad es mi modalidad de vida.
Antes de que me siga yendo por las ramas, vuelvo a la idea principal. Mi vida a veces es un desastre. Si me ven de afuera, no es muy desastrosa ni estresante, ni tampoco interesante, pero, como dicen: “La procesión va por dentro”. Mi cabeza suele albergar muchos más visitantes que aquellos para los que tiene capacidad. A diario, la pantalla de mi compu luce así:
En general tengo mucha cosa en la cabeza, además del trabajo. Seguro que la mayoría de las personas tienen más cosas que yo, pero la verdad es que últimamente me he encontrado multi-tasking mentalmente, al mismo tiempo que trato de concentrarme en el trabajo y hacer de cuenta que nada sucede. Hay días que me frustro sobremanera porque me paso horas y horas sentada con tanta cosa entre manos. En general disfruto, pero tengo, cada tanto, alguna que otra semana especialmente desafiante, semanas en las que veo todo un poco borroso.
Esta foto es solo un intento de representación (que se queda corta) de cómo luce mi escritorio a diario.
A veces el escritorio se ve tan colapsado como me siento yo. A veces la vida pasa tan rápido y hay tanta cosa para hacer, pensar, decir, buscar, leer, comentar y ver que haciendo, pensando, diciendo, buscando, leyendo, comentando y viendo se nos va la vida. Y estaría todo más que bien si no fuera que a veces se nos va la vida y no llegamos a hacer las cosas que realmente importan, cosa que pasa cuando no ponemos la vida en orden, cuando no establecemos prioridades, cuando no encontramos momentos tranquilos, por más cortos o largos que sean, para hacer las cosas que le dan sentido a estar vivos.
Hace varios años (creo que allá por 2009), cuando ya era grande, pero no tan grande como soy ahora, estaba charlando con mi buena y sabia amiga María Eva y le contaba que me sentía desorganizada, como que me faltaba algo y andá a saber qué más.
María Eva González, posando as usual.
Lo que más me desconcertaba era que estaba haciendo las cosas que siempre hacía, desde hace años, las cosas básicas que todos sabemos que debemos hacer. Qué se yo, estaba haciendo todo lo que tenía que hacer, pero me sentía rara igual. Entonces Eva me dice: “Bere, tenés que enfocarte”. “What??? ¿Me ves borrosa, acaso? ¿A qué parte de mí le falta enfoque?”. A esto Eva, con la parsimonia que muchas veces la caracteriza, me dio la respuesta que años después yo seguiría citando hasta en clases del curso de Preparación para el templo: “Bere, tenés que enfocarte. Empezá todos los días estudiando el Evangelio durante (???) minutos/hora(s)”.
En ese momento me pareció demasiado tiempo. Me pareció que mi organización diaria se me iba a ir al tacho si dedicaba tanto tiempo a diario para estudiar el Evangelio. Me parecía que alcanzaba con lo que estaba haciendo en aquel momento, fuera lo que fuera.
Entonces lo puse a prueba y como le pasa a la gente que usa Reduce Fat Fast: me cambió la vida. Si bien la vida se me desenfoca cada tanto, siempre sé a dónde tengo que volver, cómo tengo que organizar mi vida. Cuando todo se empieza a ver revuelto, vuelvo a establecer mis prioridades in the Enfocate-Berenice way. Y aunque mis días estén llenos de cosas, abarrotado de detallecitos para arreglar, desbordado de trabajos exigentes, lleno de gente llamando por teléfono, tocando timbre o hablándome mientras trato de trabajar (porque como trabajo en casa, muchos piensan que me paso en la compu chateando, jugando jueguitos o “estoqueando” en Facebook), mi mente está tranquila y ordenada; cada cosa ocupa el lugar que le corresponde y casi nada me quita más sueño que el que debe. Y en vez de ver y sentir mis días como fueron mis calendarios de enero, febrero y marzo: desprolijos, con mucha cosa y hasta partidos al medio (como me pasó con febrero), veo mis días como el calendario de abril: despejados, limpitos, tranquilos, apacibles, llenos de luz.
Y “mi vida es un desastre” pasa a ser un frase carente de significado real para mí. NADA puede ser un desastre cuando cada cosa está donde debe estar.
Let’s focus, people!
Bereeeeeeeeeeeeeee!!! cómo me hiciste reír!!! Qué grande María Eva!!!! GARCIAS por compartir éste principio tan excelente!!! Necesitaba recordarlo!!!! :)
ResponderEliminar¡¡¡Jor!!! ¡Qué honor tenerte por acá! Acordate que estás invitada a pasear por el Templo de Montevideo antes de agosto. ;)
EliminarINCREÍBLE!! SOS UNA GENIA!!! =D
ResponderEliminarGRACIAS POR COMPARTIR!!
¡Gracias, Male! :) Un placer compartir con lectoras tan especiales.
EliminarMe mató el "reduce fat fast y cómo cambia vidas"!! Jaja
ResponderEliminarUna vez más, me siento Muuy Orgulloso del talento, ocurrencias y el brillante ingenio-para-el-detalle de la persona que te sacó la pass y escribe por vos en tu blog!!
Hermanito, qué ocurrente que sos vos también. ¡Ja! Gracias por leer. Appreciated. :)
EliminarGrande, Bere!!!! Mucho humor al inicio, para darle al final un toque muy thought-provoking...Me encanto!!!
ResponderEliminar¡Gracias por leer, Gaby!
EliminarOpino diferente querida Bere.
ResponderEliminarCreo que la vida es "De Sastre". Es decir, hecha a la medida del cada uno.
El asunto es que no hay un Gran Sastre a quien culpar porque no nos gusta el producto final, pues los sastres somos nosotros.
Elegimos el molde, el tipo de puntada, que debe ser firme para resistir las presiones, y también importa la calidad de la tela, que por supuesto será más costosa cuanto mejor sea.
La buena tela, el molde adecuado, las puntadas correctas, y hasta el hilo que une toda una vida de errores y aciertos, debe ser color misericordia.
Lo que es la vejez.... Comencé creyendo que te haría una broma de dos renglones, y sin querer, bueno , queriendo, hice un enredo platónico.
En cuanto a la célebre respuesta de la querida y sabia María Eva, no se....
Tendría que estudiar mejor como son las focas.
Por ahora trabajo en lograr ser empiolado, para corregir mi despiole.
"No, si..... No ". (célebre frase Luthierana
Ay, pá... Apenas me canse de escribir, te paso la posta y seguís escribiendo vos. ;) Igual, don't worry, un día de estos te armamos uno. ¡Gracias por leer y por ponerle onda!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTabien... Noscribomas
ResponderEliminarBere!!! Como siempre haciendome reír y ayudándome al mismo tiempo. Gracias por recordarme algo tan simple y a la vez tan importante!!
ResponderEliminarTe extraño mucho!! pero ahora que te puedo leer te siento más cerquita (mi lectura empieza tarde, te cito: 'mi vida es un desastre') Te quiero mucho!!! :)
¡Flor! Acá estás, te encontré. Jaja. Quedate tranquila que todos tenemos épocas desastrosas, pero por lo general, igual que los males, ninguna dura cien años. Gracias por dedicar del tiempo que no te sobra para leer. A vos te hace sentirme más cerquita y a mí, a la vez, cuando leo los comentarios acá o en Facebook me hace sentir más cerca, más conectada, más comunicada con personas que quiero tanto. Ánimo, que un día estos días de pasantías, tesis, cursos de Instituto y tantas cosas más van a quedar atrás y vas a amar los recuerdos, aunque ahora no lo creas. ¡Te quiero mucho!
Eliminar