lunes, 1 de abril de 2013


La vida es un sueño
(Sori, Calderón de la Barca, te robé el titulín)

Recién, tratando de decidirme sobre qué escribir, miré mis papelitos (donde anoto las cosas que me vienen a la mente) y me dieron ganas de escribir sobre los sueños: no los que tenemos mientras dormimos, porque en mi caso prácticamente nunca los recuerdo, sino los otros, los que la Real Academia Española define como "cosa que carece de realidad o fundamento, y, en especial, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse", definición que, by the way, me pone furiosamente furiosa por su carga altamente negativa. Evidentemente, debería haber empezado a escribir este post in English, porque my  beloved Merriam-Webster define "dream" como "something that one hopes or intends to accomplish"; aunque Merriam Webster no se juega mucho con la definición, por lo menos se acerca un poquito más a lo que quiero escribir hoy. 

Hablando de sueños, yo soy de las personas de naturaleza estúpida; soy de las personas que dedican gran parte de su vida a soñar. La verdad, la verdad es que no es una opción para mí: me cuesta evitarlo y no soñar va en contra de mi naturaleza. En muchos aspectos me haría bien soñar un poco menos y limitarme a los hechos, a la realidad objetiva (si es que existe tal cosa) y vivir sólo el ahora sin tantas hipótesis idealistas. Me ahorraría tiempo y desencantos, y seguramente sería bastante más productiva.

Esto es lo que me pasa: no me imagino perdiendo, no me imagino fracasando, no imagino a la vida azotándome y oprimiéndome con su cruda y oscura realidad. Esto no se trata de un exceso de autoestima ni de creerme la hermana no reconocida de Superman; es simplemente consecuencia de mi carácter soñador, o estúpido, como más les guste. Doy un ejemplo simple y claro de mi vida universitaria pasada: independientemente de cuánto hubiera estudiado para un examen (a veces no quería se me hacía imposible estudiar mucho), siempre tenía la secreta esperanza de que aprobaría, e incluso muchas veces soñaba con nueves y dieces. Como se imaginarán, varios patitos se cruzaron en mi camino.



Así me pasa en general con todo: suelo esperar lo mejor; a veces hasta sueño con que la misericordia todo lo cubre, incluso mis esfuerzos mediocres, y no puedo evitar imaginarme recibiendo una no siempre merecida corona de laureles. Bastante iluso lo mío.

Otras personas son de naturaleza opuesta a la mía: son más bien racionales, más centradas; por lo general sus pies nunca se despegan del suelo. He escuchado a algunas personas decir que esperan lo peor y así se evitan desilusiones en caso de que lo peor se lleve a efecto, o bien se ponen felices y se sorprenden si lo peor no se concreta y lo mejor toma su lugar. Quizá sea una buena estrategia, pero a mí no me sale. Miren que lo intento, eh, pero indefectiblemente me sale el ingenioso hidalgo Don Quijote de adentro (aunque físicamente encuentre más similitudes con Sancho...). No importa los molinos que se me crucen por delante, Rocinante y yo podemos con ellos.

(En realidad no siempre es tan así; no siempre logro ser tan positiva, pero recurro a mi facilidad hiperbolística para que se entienda la idea.)

Hoy alguien citó al Señor Cara de Papa en Facebook (no me refiero a este, sino a este). Al parecer, Mr. Potato Head habría dicho que "soñar no cuesta nada"; sin embargo, esta amiga de FB acotó que "soñar cuesta desilusiones". 

Y es verdad, cuesta muchas desilusiones, muchísimas más que las jamás soñaría experimentar. Tantas, pero tantas veces me he desilusionado y encontrado con resultados bastante diferentes a los que había planeado (incluso las veces que sí me había esforzado y mi labor no había sido nada mediocre). A los veintipoquitos me encontré con LA sorpresa de mi vida, con la situación que Berenice Ventura jamás hubiera soñado tener que enfrentar. Hubo también otras desilusiones menos trascendentales, pero que dolieron igual. 

Así y todo, elijo seguir soñando. En lo que a mí respecta, creo en las sabias palabras de Cenicienta: 

(Estoy juntando firmas para que incluyan esta canción
en el próximo himnario verde.)

Decido creer que "no matter how your heart is grieving, if you keep on believing, the dream that you wish will come true". Se me hace más fácil ser feliz cuando sueño que llegan las mejores cosas a mi vida. Y cuando no llegan... bueno, me pongo el poncho correspondiente y le hago frente a la situación con la mejor cara que puedo. Después de todo, con una perspectiva eterna, la verdad es que mi vida no va a terminar en desilusión; siempre que llovió, paró; no hay mal que dure cien años. Y entonces empiezo a soñar de nuevo.

En definitiva, todos mis sueños algún día se harán realidad... Y si no, fue lindo mientras duró la ilusión.

Me senté al piano un ratito en busca de inspiración y la encontré.
Por favor, absténgase de indicar si mis gustos concuerdan con mi edad...

7 comentarios:

  1. Al presidente Kimball le gustaba mucho "The Impossible Dream" de la pieza Man of La Mancha: https://www.youtube.com/watch?v=7YBeepShsgo

    Viene al caso, ¿no?

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    1. Sin duda viene al caso, Gaby. Gracias por compartir, nunca había escuchado la canción; tiene mucho que ver con lo que tenía en mente. Justo acabo de terminar de leer "Wide Awake to Our Duties" y Carole M. Stephens dice: "Many today live in circumstances that are not ideal. We continue to teach and STRIVE FOR THE IDEAL because we know that continually striving will keep us progressing along the path and prepare us for opportunities to receive all promised blessings as we 'wait upon the Lord'".

      (http://www.lds.org/broadcasts/article/general-relief-society-meeting/2012/09/wide-awake-to-our-duties?lang=eng&media=video)



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    2. COMO QUE NO CONOCIAS ESA MARAVILLOSA CANCION??!?!?!?!

      Si youtubeas un poco, podes encontrar rapidamente la version en espanol de Paloma San Basilio...De hecho, aca esta: http://youtu.be/zSKw6ciAxvI

      HERMOSA CANCION!!!!

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  2. ay, cómo te entiendo!! :) creo que muchas veces, no siempre, pero muchas veces la diferencia entre sueños que se cumplen y sueños que no, es que en el primero hay alguien dispuesto a pagar el precio: esfuerzo, sacrificio y trabajo arduo y en el segundo, alguien que espera sentado un milagro...

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    1. Sí, es verdad, muchas veces se trata de eso. Pero incluso lo genial de esforzarte por lograr tus sueños, aunque no los alcances porque no son parte de un Plan más grande, te queda la tranquilidad y la satisfacción de que lo intentaste. A veces sólo así podés recibir la confirmación de que Dios tiene algo mejor para vos.

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  3. Bueno, aquí voy de nuevo...Mientras para vos soñar es inevitable, yo NO PUEDO EVITAR hacer apuntes sobre lo que escribís...

    De acuerdo contigo respecto a que la definición en ingles es mejor!!!

    Por alguna razón, siento que cuando hablas de “Otras personas...de naturaleza opuesta a la mía...” estas pensando en tu hermana...No sé, me late! En mi caso, la única ocasión en que mis pies se despegaron del suelo fue cuando saltee en paracaídas (aclaro que volar en avión no cuenta porque SEGUIS PISANDO EL SUELO...del avión, pero suelo al fin!). Yo soy de las que esperan lo peor, pero porque sé en el fondo de mi corazón que lo peor que uno se puede imaginar JAMAS sucede...Yo le llamo ser positiva a la inversa :D

    Y respecto a “En definitiva, todos mis sueños algún día se harán realidad... Y si no, fue lindo mientras duró la ilusión.”, me hiciste acordar de este fantástico discurso: https://www.lds.org/liahona/2004/05/27?lang=spa

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    1. Ah, pero qué capa, Gaby, tomando nota... Jajaja. Después te paso mi diario personal para que le saques fotocopia. :p

      Positiva a la inversa: ¡juas!

      Anoche, aunque se me cerraban los ojos, volví a leer ese discurso tan genial. Totalmente de acuerdo: "...y si no... tendremos fe en el Señor Jesucristo sabiendo que si hacemos todo lo que podamos, a Su tiempo y a Su manera seremos librados y recibiremos todo lo que Él tiene". Love it!

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